El ancla en la zona de confort siempre se forma a través de los pensamientos negativos y limitantes. A mayor razonamiento pesimista más pesada y difícil de hará levar el ancla.
Frecuentemente el pesimista esconde tras sus argumentos la emoción del miedo, del medio a explorar situaciones distintas, espacios diferentes, sus pensamientos negativos lo amarran a su zona de confort, “aquí estoy bien! fuera de aquí las cosas no son buenas” , este anclaje lo limita en todo, incluso a escuchar ideas distinta a la que el cómo observador pesimista descarta de inmediato ya que su ancla lo mantiene sumergido en la resignación “ aquí no hay para donde ir” . “todo seguirá igual”, “¿para qué servirá eso? Yo no pierdo mi tiempo”, “esto ya yo lo he pensado”.
El pesimista defiende con terquedad sus ideas, ya que los metales pesados del miedo, la resignación, la desconfianza y el rencor se mezclan para formar la aleación de su sólida y pesada ancla
Como levar el ancla y expandir tu zona de confort:
- Reconoce los tipos de pensamientos que produces, haz una suma algebraica de tus pensamientos; positivos y negativos, reflexiona de cómo está operando tu mente y recuerda la regla matemática: si los dos son del mismo signo, los coeficientes se suman y queda el mismo signo; si son de signos diferentes los coeficientes se restan y queda el signo del numero con mayor valor absoluto.
- Observa tu corporalidad: ¿cómo te paras? ¿Cómo caminas? ¿cómo te sientas? ¿a qué velocidad reaccionas? Incluso préstale atención al tono de tu voz. Pídele a un ser querido que juzgue tu corporalidad. Reflexiona sobre los resultados en el punto 1 y 2 .Busca la coherencia entre ellos.
- Agradecimiento, ¿recuerda la última vez que practicantes el agradecimiento? , analiza la frecuencia con que declaras AGRADECIMIENTO . Ahora vincula 1,2,3
- ¿El pasado es un elemento que suele estar presente en tus pensamientos habituales? Ahora a hilar la relación entre 1, 2, 3, 4.
- Intervenir con Ambición: los pensamientos, la corporalidad, reconocer en otros tangibles o no, lo importante que son o fueron. Agradecer desde el hecho de estar vivo, hasta las pequeñas cosas que pasamos desapercibidas por estar sumergidos en el pasado. Busca ayuda en un amigo optimista para que te refuerce tus puntos positivos
- Acepta el pasado y pasa la página y vive lo que tienes en el aquí y el ahora.
- Recuerda de dónde vienes y lo lejos que has llegado, esa emocionalidad te dará la energía necesaria para levar el ancla y empezar a navegar un destino con nuevos aprendizajes.
Leva ancla y sigue rumbo, que buenos marineros no aprenden en mar con calma… Pronto se llega a puerto, siempre y cuando se mantenga la OPTITUD.
Roy Rizo D’Arthenay
Head Coach
Coachingfree.org